Remates, Cayuco, 13 de octubre de 1960
Sr. Ventura Luis
Santa Cruz
Amado mío:
Ante nada recibe mi saludo en nombre del Señor. Es mi petición te sientas bien; yo bien, gracias a Dios.
Mi amor, aquel día que me escribiste con Benigno no pude contestarte porque tenía que salir en el momento que recibí tu carta, y cuando regresé de La Habana ya los mensajeros se habían ido. Me dio tristeza por no poder contestar tu carta, y después Heliodoro vino a La Playa y comencé apurada a escribirte, pero en eso tuve que salir otra vez y no me dio tiempo explicarte todo bien claro.
Mi vida, si supiera la tristeza que me dio verte en La Habana aquel día y ni siquiera pude dirigirte una palabra, sólo el saludo: pero si Dios quiere muy pronto, cuando nos encontremos en la calle, no tendremos que temer a que nos vean hablando.
Mi amor, me dices que si estoy dispuesta a casarme por fe; pues te digo al respecto que así es como tenemos que hacerlo. Yo estoy guardando algunos centavos para comprarme el uniforme de la boda y después, si Dios quiere, seguiré reuniendo para comprarme los zapatos, así es que cuando tenga las cositas más necesarias yo te aviso, si Dios quiere. Imagínate, yo quisiera casarme enseguida, pero tenemos que preparar algo. Yo, en estos días, he tenido algunos gastos, pues el viaje de La Playa a aquí costó bastante, y además otras cositas que debía, pero yo tengo fe en Dios que Él ha de suplir nuestras necesidades.
Hace sólo dos noches soñé que María había vuelto, quiera Dios que sea pronto.
Mi amor, yo quisiera que pudiéramos casarnos antes de que yo me vaya para Oriente, pues figúrate, si me voy para allá luego la boda se nos atrasa mucho.
Yo quisiera que tú pudieras comprarte una camisa nueva, un traje bueno y un par de zapatos; eso es lo más que te hace falta. Entonces, mi amor, no vamos a dudar ni un momento de que Dios nos va a bendecir en esta preparación. Yo quisiera que fuera pronto, pero estemos conformes con todo lo que Dios hace.
Te diré que hemos tenido bastante éxito en la obra juvenil; dimos tres cultos en la calle, preciosos. Esta noche es el culto juvenil aquí.
De mi familia no me he enterado de nada más, tú que estás más cerca, dime si sabes algo.
Mi vida, tengo muchos deseos de verte y de estar cerca de ti, pues cuando estoy cerca de ti me siento dichosa y te quiero más todavía de lo que te quiero. Hace unos días me estaba acordando de lo que tú me habías dicho acerca de tu bigote. Tú sabes que yo estoy dispuesta a arreglarte el bigote y a todo lo que tú ordenes, pues si Dios quiere lo haré con mucho placer (después que nos casemos).
Dime cómo te sientes. Ya a mí, gracias a Dios, se me ha quitado o se quitó el histérico, me siento mejor ahora. Si ves el hueco que abrió la vacuna, da miedo; ya hace más de una semana que se nos quitó la fiebre y todavía nos está dando guerra.
Bueno, mi amado, en la próxima te diré más o menos para el mes en que podemos casarnos, si Dios quiere.
Todos los hermanos te saludan: Eufemia, Dámaris y los animadores. Elvio dice que te salude de su parte especialmente. Saluda en mi nombre a todos los campañistas, y tú recibe de mí, no solamente saludos, sino también el cariño que hay en mi corazón para ti. Tu novia que desea estar unida a ti,
Lucía González de Luis
Notas: Puedes contestarme a Pinar, lista de correos. Dime algo de tu familia, si sabes de ellos. Adiós mi amor...
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